Pues depende de lo que queramos. Buscamos y queremos hombres de primer mundo, esperando que actuen como tercer mundistas. A diario nos quejamos de los hombres de nuestra cultura, que si son machistas, celosos, posesivos, mandilones, manipuladores, pegajosos, etc. Y anhelamos al hombre independiente, trabajador, perfecto, inteligente, culto y demás, es decir al HOMBRE de nuestra vida.
¿Qué sucede cuando éste hombre de primer mundo llega? Pues, para muchas no es la relación perfecta que esperaban. Aja… así es. Porque entre ambos existe una variante: la cultura. Y esto viene a colación porque Tan anda con un primer mundista.
Por mi parte, puedo decir que no es fácil llevar una relación, cuando se trata de hombres europeos no latinos, es decir no italianos o españoles. Porque esos son parecidos a los tercermundistas, a los weyes mexicanos. Hablo de holandeses, alemanes, ingleses, polacos, rusos, rumanos y que decir de los escandinavos, otro mundo más allá del primer mundo. De los gringos, no voy hablar, porque: 1. no me interesa andar con ninguno, 2. no he tenido ondas o relación con alguno y 3. espero no llegar a eso. ¡Si, si soy selectiva!
Hay que entender que la relación no será como un wey mexicano, al mexicano seguro le cuelgas el teléfono y en minutos te marca, te chiquea para que no te enojes y hasta algo te dará. Él te llamará continuamente para saber que haces o que se arma ese día, un holandés o polaco no lo hará hasta por la noche y eso si es que recuerda que necesita de ti, después de haber hecho todas y cada una de sus actividades. Si andas con un latino, él querrá tenerte cerca, abrazarte y besarte, pero un escandinavo con saber que estarán juntos pronto por algunos momentos o escucharte por teléfono y saber que estás bien es suficiente. Entonces, si deciden andar y no solo tener ondas con weyes primer mundistas pues ya saben a lo que se enfrentarán. Y no es que ellos no quieran ser como esperamos que lo sean, es por cultura. Y tendrán entonces que enseñarles y seguro les costará un buen lograr que sean lo que esperan o bien aborten la misión y lo dejen ir. Ahhh... no todos son iguales, pero es difícil encontrar esas excepciones.
Sexualmente, son raros… no por las prácticas, sino por la frecuencia para tener ondas. A veces les basta con una simple caricia, otras andan tan prendidos que no hay quien los pare. Yo puedo decir que he tenido buenas experiencias con un alemán y en alguna otra ocasión con un polaco. Mmmm… sólo de recordar al polaco me estremezco, era muy bueno!!!!
¿Qué sucede cuando éste hombre de primer mundo llega? Pues, para muchas no es la relación perfecta que esperaban. Aja… así es. Porque entre ambos existe una variante: la cultura. Y esto viene a colación porque Tan anda con un primer mundista.
Por mi parte, puedo decir que no es fácil llevar una relación, cuando se trata de hombres europeos no latinos, es decir no italianos o españoles. Porque esos son parecidos a los tercermundistas, a los weyes mexicanos. Hablo de holandeses, alemanes, ingleses, polacos, rusos, rumanos y que decir de los escandinavos, otro mundo más allá del primer mundo. De los gringos, no voy hablar, porque: 1. no me interesa andar con ninguno, 2. no he tenido ondas o relación con alguno y 3. espero no llegar a eso. ¡Si, si soy selectiva!
Hay que entender que la relación no será como un wey mexicano, al mexicano seguro le cuelgas el teléfono y en minutos te marca, te chiquea para que no te enojes y hasta algo te dará. Él te llamará continuamente para saber que haces o que se arma ese día, un holandés o polaco no lo hará hasta por la noche y eso si es que recuerda que necesita de ti, después de haber hecho todas y cada una de sus actividades. Si andas con un latino, él querrá tenerte cerca, abrazarte y besarte, pero un escandinavo con saber que estarán juntos pronto por algunos momentos o escucharte por teléfono y saber que estás bien es suficiente. Entonces, si deciden andar y no solo tener ondas con weyes primer mundistas pues ya saben a lo que se enfrentarán. Y no es que ellos no quieran ser como esperamos que lo sean, es por cultura. Y tendrán entonces que enseñarles y seguro les costará un buen lograr que sean lo que esperan o bien aborten la misión y lo dejen ir. Ahhh... no todos son iguales, pero es difícil encontrar esas excepciones.
Sexualmente, son raros… no por las prácticas, sino por la frecuencia para tener ondas. A veces les basta con una simple caricia, otras andan tan prendidos que no hay quien los pare. Yo puedo decir que he tenido buenas experiencias con un alemán y en alguna otra ocasión con un polaco. Mmmm… sólo de recordar al polaco me estremezco, era muy bueno!!!!
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