martes, enero 16, 2007

¡No es lo mismo!

Alguna vez entre cuates, en una reunión, un amigo me cuestionó:
A: ¿Cuándo compras lencería en que piensas?
M: ¿Cómo, qué en qué pienso?
A: Si, wey... ¿qué te lleva a comprar determinado bra o X chon?
M: A ver, a ver... 1. no uso chon y 2. compro porque me gusta
A: Ja, ja, ja, ¿Tons no usas nada?
M: ¡¡¡Claro que si!!!
A: ¿Qué?
M: Pantys, tangas y boxers
A: Woow... ¿Y cuáles prefieres?
M: ¡¡¡Wey!!! ¿Qué onda con tus preguntas?
A: Nomas, sólo quiero saber, ¿en qué piensan las viejas cuándo compran ropa interior?...

Eso lo recordé justo ayer que compré ropa interior. Y defintivamente no piensas lo mismo cuando compras ropa interior o lenceria.

La ropa interior es de uso diario, algodón suave, fresco y ligero, piensas primero en ti y luego en quien pueda verla. Hay bras, tangas, boxers, pantys, camisetas, cojuntos,... Te ves y te sientes sexy.

La lencería es para esos momentos especiales, seda delidada, encajes seductores y diminutamente sugestiva, piensas primero en él, en lo qué pensará cuando te vea y después en ti. Hay bras y tangas, baby dolls, bodys, ligueros,... Eres libre y te dejas llevar.

Después de esto, puedo decir que si piensas diferente cuando compras una u otra. Y con la lenceria si fantaseas cuando vas a comprarla: desde al wey qué te vas a tirar, los movimientos, el lugar, etc....

Y hombres, ¡no confundan ropa interior con lenceria!

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